jueves, 11 de diciembre de 2008

El bosque en plena ciudad

Después de callejear por las ramblas de Barcelona, no ver más que gente pasar, hacia arriba, hacia abajo, actores callejeros, barullo, decidimos adentrarnos en un mundo mágico, lleno de hadas y duendes. El bosc de las fades (bosque de las hadas) nos abrió las puertas, en el Passatge de blanca, cerca del Museo de Cera de Barcelona.


Nos adentramos en él. Parecía un bosque, lleno de árboles, faroles que cuelgan de cualquier sitio, y dentro, hadas y duendes del siglo XXI acompañados de sus cámaras digitales que no paraban de saltar sus flashes. Dentro cada rincón se convierte en asiento, el borde de los pozos y bajos de los troncos sirven para apoyarse y sentarse. Ninguna esquina se asemeja al resto, todo es distinto, nada es lineal.


Y cuando ya terminas de observarlo todo, de pedir una caña (3 euros cada una), el sitio no deja de sorprenderte. De golpe, se apagan las luces y no, no han tenido un fallo eléctrico, se acerca una tormenta y suenan los truenos. Todos, los hadas y duendes se quedan paralizados ante el espectáculo. A uno le entran ganas de volver al mundo de David el Gnomo.


Sin duda un sitio que merece visitar, eso si, paciencia para localizar una mesa libre y que te atiendan en la barra. Encontraras allí desde niños hasta abuelos, más turistas que barceloneses, pero merece la pena conocerlo y llevarlo en el recuerdo. Un bar original.


miércoles, 1 de agosto de 2007

Iketza, entra y viaja

Sitio: Bar Iketza
Lugar: Eugi, Navarra. (en la foto)



Cada mesa es distinta, cada lugar es distinto y en este bar nada es igual. Matriculas de los Estados Unidos empapelan la pared de la mesa de la esquina, no me he parado a mirar cada una con detalle, pero diría que son de todas las ciudades; llaman la atención. Nada más ver eso te das cuenta que el dueñ@ de ese bar ha viajado y mucho. Suelen decir que es un bar de moteros y puede que te encuentres alguno que otro, pero además el bar Iketza es la ludoteka y la tienda de golosinas de la localidad navarra de Eugi.

Lo descubrí un día por casualidad. Escapando del calor de Pamplona fuimos al embalse de Eugi, que allí siempre corre la brisa. Y entramos a tomar algo; nada más entrar, las matriculas en la pared me llamaron la atención. Después me senté en una mesa de cristal que debajo tiene postales y vi que encima de la chimenea había libros y juegos; entre los libros, distintas guias de países Europeos; entre los juegos, el parchis, la oca, el scrable...

Soy curiosa por naturaleza y allí estuve cotilleando las distintas guias, pensando "que agusto haría yo un viaje así". Otra tarde decidimos jugar al parchis para pasar el rato; junto con las cañas con limón nos sirvieron un cuenco de pistachos para picar. La pareja de al lado jugaba al scrable y el niño de la otra mesa leía un cuento, otros charlaban, otros estaban casi tumbados en la mesa de los sofás. De todo un poco, la variedad esta en todo, no solo en la decoración y en las opciones.

Os dejo con el enlace de la localidad y el valle (Esteribar):

martes, 31 de julio de 2007

Meson del Caballo Blanco


Sitio: Mesón del Caballo Blanco

Ciudad: Pamplona

Pasando por la plaza de Navarreria, famosa por su fuente, lugar por el cual se lanzan los extranjeros que acuden a San Fermines nos encontramos con la catedral de Pamplona. Al lado esta la plaza de San José; arbolada, con el suelo adoquinado, silencio total y con sombras que llaman a quedarse allí los días de calor. Al final de la plaza encontramos la calle Redin, sin duda la más bonita de toda Pamplona, y al final el bar con gusto, Meson del Caballo Blanco.

Edificio de aspecto medieval, fue construido en los años 60 del siglo XX con los restos del palacio medieval de los Aguerre. Parece un pequeño palacio y aunque la terraza que tienen fuera es muy tentadora, os invito a pasar dentro. Nada más entrar nos encontramos con las escaleras que dan al piso de arriba y con la barra del bar; como si de una cueva se tratase junto a la vidriera de cristal tenemos las mesas para poder tomar algo.

El ambiente en este bar suele ser tranquilo, es habitual que la gente acuda allí a leer un libro, a estar charlando o simplemente a tomar algo mientras escuchan música. Además en junio-julio se suelen hacer conciertos de música en la terraza.

Una vez pasados por el bar y de mojar la garganta, las vistas de fuera son preciosas. Vistas de toda Pamplona; el portal de Francia, las murallas, los distintos barrios de la ciudad... En el siguiente enlace podéis ver la panorámica:


Es un sitio especial, tranquilo, ideal para escapar del bullicio en San Fermines, ideal para tomar un café en buena compañía o ir solos a pensar o relajarse.


lunes, 30 de julio de 2007

Plesaure sites, con gusto!

Podemos irnos lejos, podemos quedarnos cerca, pero siempre encontraremos sitios con encanto. Sitios a los que entramos y nos sentimos bien, sitios que no son iguales a los demás, sitios que son distintos; por su ambiente, por su música, por su decoración...

A lo largo de mis escapadas he encontrado varios sitios por los que he pasado y paso varias veces. Con este blog os pretendo enseñar esos sitios, muchas veces desconocidos, otras veces ocultos pero siempre especiales.